DNI y privacidad: ¿es legal buscar datos personales de alguien?
En el Perú, el Documento Nacional de Identidad (DNI) es mucho más que una simple tarjeta de identificación. No solo acredita la identidad de una persona ante las autoridades, sino que también se ha convertido en una puerta de acceso a múltiples servicios: trámites bancarios, acceso a salud, operaciones digitales y hasta contrataciones laborales. Precisamente por esto, el manejo de la información que contiene —nombre completo, fecha de nacimiento, dirección, estado civil, fotografía, huella digital y firma— plantea preguntas urgentes sobre privacidad, legalidad y límites éticos.
¿Qué se considera dato personal en el Perú?
El concepto de dato personal está definido en la Ley N.º 29733 – Ley de Protección de Datos Personales, vigente desde 2011. Esta norma establece que cualquier información que permita identificar o hacer identificable a una persona —de forma directa o indirecta— es considerada un dato personal. Esto incluye no solo el número de DNI, sino también el nombre completo, domicilio, número telefónico, correo electrónico, e incluso la voz o imagen en algunos contextos.
Además, existe una categoría más sensible: los datos sensibles. Aquí se agrupan información como las convicciones religiosas, datos de salud, orientación sexual o afiliación sindical. Esta información goza de un nivel de protección aún más riguroso.
La norma le otorga a cada ciudadano el derecho a conocer, actualizar, rectificar y suprimir sus datos personales almacenados en bancos de datos públicos o privados. Es decir, nadie debería acceder ni usar tus datos sin tu consentimiento, salvo contadas excepciones previstas por ley.
¿Es legal buscar datos de una persona con su DNI?
Aquí la pregunta no es solo si se puede buscar, sino si se debe. Legalmente, acceder a información personal de un tercero sin su autorización puede ser ilegal, dependiendo de cómo y para qué se hace.
En el Perú, algunos datos básicos pueden consultarse a través de plataformas oficiales como el Servicio de Consulta de Datos del RENIEC, pero su uso está limitado y supervisado. Si un ciudadano consulta el número de DNI de otra persona por simple curiosidad o con fines no autorizados, puede estar infringiendo la ley.
Veamos algunos escenarios frecuentes:
| Situación | ¿Es legal? | Detalles |
|---|---|---|
| Consultar nombre completo usando el número de DNI | Depende | Solo si se hace en plataformas oficiales y con fines lícitos (por ejemplo, validar identidad) |
| Buscar dirección domiciliaria con el DNI | Ilegal | Este dato está protegido por ley. Solo algunas entidades públicas pueden acceder con autorización |
| Ver historial crediticio de otra persona | Ilegal | Requiere consentimiento explícito del titular |
| Consultar si alguien tiene antecedentes penales | Solo vía oficial y con autorización | Existen servicios oficiales como el del Poder Judicial, pero requieren autorización personal |
El rol del RENIEC y otras entidades públicas
La Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) es la entidad encargada de administrar el padrón electoral y el registro civil en el país. Aunque ofrece algunas consultas públicas, como la verificación de identidad para procesos electorales o trámites estatales, no permite el libre acceso a toda la información del DNI.
Solo instituciones autorizadas, como la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público o ciertas entidades financieras (en el marco de investigaciones específicas), pueden acceder a ciertos datos personales. Pero incluso en esos casos, el acceso está regulado, justificado y auditado.
Lo mismo aplica para otras bases de datos como la del Poder Judicial, la SUNARP o la SBS. Aunque estas entidades ofrecen información pública en algunos aspectos (como propiedades registradas o licencias vehiculares), los datos personales protegidos por la Ley 29733 no pueden ser difundidos sin consentimiento.
¿Qué ocurre con las webs que prometen «buscar personas por DNI»?
En internet proliferan sitios que ofrecen servicios para “buscar personas con DNI”, “consultar datos personales” o incluso “ver dirección y celular con solo el número de documento”. Muchos de estos portales operan en la ilegalidad.
Algunas de estas páginas obtienen información mediante scraping (recolección automatizada de datos), vulneraciones de bases de datos o incluso a través de filtraciones internas. En cualquier caso, el uso de información recolectada sin consentimiento constituye una falta grave y, en algunos casos, un delito.
Según la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales, muchas de estas plataformas ya han sido sancionadas por prácticas ilegales. Las multas pueden ir desde las 0.5 hasta las 100 UIT (Unidades Impositivas Tributarias), dependiendo de la gravedad.
¿Y si alguien difunde tus datos sin tu permiso?
La Ley 29733 establece el derecho del titular de los datos a presentar una reclamación ante la entidad que los posee, y en caso de no ser atendido adecuadamente, puede recurrir a la Dirección General de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Si alguien divulga tu dirección, número telefónico, estado civil o historial crediticio sin tu autorización, puedes denunciarlo. Esto es aplicable tanto a personas naturales como jurídicas. En muchos casos, también se activa el Código Penal, que castiga la vulneración de la intimidad con penas de hasta tres años de prisión.
Casos reales que ilustran la complejidad del tema
Un caso mediático que causó revuelo en redes sociales ocurrió cuando una conocida influencer reveló datos personales de una persona con la que tuvo un altercado en público. Al mostrar una captura de pantalla con el nombre completo y número de DNI, expuso a la persona al escarnio público, generando que incluso terceros intentaran buscar más datos.
El hecho derivó en una denuncia por vulneración del derecho a la privacidad, que terminó con una sanción económica impuesta por la autoridad correspondiente. Este ejemplo demuestra que, incluso cuando no hay intención delictiva, la divulgación de datos personales puede acarrear consecuencias legales.
¿Qué dice la ley sobre el consentimiento?
El consentimiento es el eje central de toda la legislación sobre datos personales. Debe ser libre, previo, informado, expreso e inequívoco. No basta con una aceptación tácita o genérica.
Por ejemplo, cuando firmas un contrato con un banco, este debe incluir una cláusula específica sobre el tratamiento de tus datos. Si luego usaran tu información para fines distintos a los acordados —como vender tu información a terceros o enviarte promociones no autorizadas— estarían incurriendo en una infracción.
El Reglamento de la Ley de Protección de Datos Personales establece también el derecho de revocar el consentimiento en cualquier momento.
¿Cómo proteger tu información personal?
Aunque la ley impone restricciones y sanciones, el primer paso para proteger tu información está en tus manos. Aquí algunos consejos prácticos:
- No compartas tu número de DNI en redes sociales, a menos que sea estrictamente necesario.
- Evita tomar fotos de tu DNI y subirlas a plataformas como WhatsApp o Facebook.
- Revisa los términos y condiciones de las plataformas en las que te registras.
- Exige que las empresas respeten tu consentimiento. Puedes pedir que dejen de enviarte mensajes si ya no quieres recibirlos.
- Denuncia si ves que tu información ha sido filtrada o usada sin tu permiso. El canal para hacerlo es aquí.
Una línea que no se debe cruzar
Buscar información de una persona usando su DNI puede parecer un acto inocente, especialmente en un mundo donde todo está a un clic de distancia. Pero esa curiosidad mal encausada puede convertirse en una invasión a la privacidad. Lo que para uno es una búsqueda trivial, para otro puede significar exposición, acoso o hasta fraude.
El equilibrio entre el derecho a la información y el derecho a la privacidad no siempre es fácil de trazar. Pero la ley peruana ha sido clara al respecto: el respeto a los datos personales es un derecho fundamental, y como tal, no puede ser vulnerado sin consecuencias.
La digitalización avanza rápido, pero eso no significa que nuestra intimidad deba quedar rezagada. No todo lo que es técnicamente posible es éticamente aceptable. La privacidad, como la confianza, se pierde rápido y cuesta mucho recuperarla.